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El Bitcoin y el mercado de criptomonedas se han encontrado una vez más en oposición al sistema financiero clásico. A corto plazo, esta postura ya ha dado resultados positivos en forma de crecimiento de los principales activos digitales.
A corto plazo, esta tendencia se intensificará debido al agravamiento de la crisis del sistema bancario y a la necesidad de una respuesta rápida y decisiva por parte del regulador. Sin embargo, a medio y largo plazo, la actual relajación de la política monetaria tendrá un impacto negativo en la evolución macroeconómica, incluido el Bitcoin.
Empecemos con las noticias de los mercados en Europa, donde en vísperas de la reunión del BCE se rumoreaba el fin de una política monetaria agresiva debido a los problemas del banco suizo Credit Suisse. Sin embargo, el banco tomará prestados unos 54.000 millones de dólares del Banco Central Suizo.
Para el Bitcoin, esta fue otra señal positiva, ya que esta decisión bancaria permitió al BCE continuar con su actual política monetaria y subir las tasas en 50 puntos básicos. Esto, a su vez, impidió que el dólar estadounidense se fortaleciera a medio plazo y, por tanto, salvó el atractivo inversor del Bitcoin.
Esto es positivo para el Bitcoin a corto plazo, ya que el aumento de la masa monetaria unido a los problemas del sector financiero tradicional hace que la criptomoneda y los metales preciosos sean los principales beneficiarios de la imprenta de la Fed. Sin embargo, a medio y largo plazo, esto tendrá un impacto negativo en el mercado de criptomonedas.
Dos billones de USD para el sistema bancario es una medida forzada y no deseada de la Fed. Alarga significativamente el proceso de reducción final de la inflación, lo que significa que los problemas de liquidez y de altas tasas de interés se extenderán en el tiempo.
Además, la decisión de la Fed podría desencadenar otra desaceleración deflacionista. Dados los nuevos datos sobre el mercado laboral, que sigue manteniéndose fuerte, el programa de subidas de las tasas de interés podría alargarse no sólo hasta la primavera, sino también hasta el verano.
El Bitcoin está aprovechando plenamente el potencial alcista desencadenado por las dificultades del sector bancario estadounidense. El activo ha formado otra fuerte vela verde y se ha consolidado por encima de los 26.000 dólares. Es importante señalar que las métricas técnicas no indican la aparición de un vendedor fuerte.
En el gráfico diurno, el RSI y el oscilador estocástico continúan al alza por encima de 75. En el gráfico de cuatro horas, el activo se encuentra cerca del máximo anterior de 26,5 mil dólares, pero no se observan volúmenes bajistas significativos.
Dada la reactividad de la tendencia alcista actual, el Bitcoin terminará en el rango de 26, 5 mil dólares a 27 mil dólares. Para una mayor evolución de la tendencia, los inversores esperarán a la reunión de la Fed del 22 de marzo, donde se tomará la decisión sobre la subida de las tasas de interés y se anunciarán los próximos pasos del regulador.
La actual tendencia alcista del Bitcoin ha sido provocada por el deterioro de la situación macroeconómica. La ruptura de la correlación con el DXY es una confirmación directa de ello. A medio plazo, las razones que permiten al BTC renovar su máximo local conducirán a una potente corrección y a otra fase de importante crisis de liquidez.
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