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El euro subió debido a que los actores del mercado estaban complacidos con la decisión de ayer de la tasa de interés de la Fed y las declaraciones realizadas por los funcionarios del BCE. Estos últimos están cada vez más convencidos de que el sistema bancario de la eurozona ha resistido las turbulencias financieras, por lo que continuaron subiendo las tasas de interés.
La mayoría de los funcionarios que hablaron a principios de esta semana creen que una subida de tipos de 50 puntos básicos en la eurozona es lo correcto. Por lo tanto, el BCE se mantuvo agresivo a pesar de la volatilidad del mercado mundial provocada por las turbulencias bancarias. Otros bancos centrales reclaman la necesidad de "aflojar el control", como la Fed, que subió los tipos sólo un 0,25 %. El movimiento llevó al euro a alcanzar 1,0900.
Parece que los funcionarios del BCE están más preocupados por la inflación insuperable que por el daño al crecimiento económico de las recientes turbulencias. También miraron ansiosamente a EE. UU. en busca de señales de más problemas que pudieran consumir por completo al sector bancario europeo. Pero dado que la quiebra y adquisición de Credit Suisse no es similar a lo que sucedió con tres bancos regionales en los EE. UU., el BCE continuó presionando con una lucha intensificada contra la inflación.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, también insistió en que si la inflación subyacente continúa siendo alta, tendrán más razones para subir las tasas aún más. "Dejé en claro que no hay compensación entre la estabilidad de precios y la estabilidad financiera", reiteró. "No vemos evidencia clara de que la inflación subyacente tenga una tendencia a la baja", agregó.
Claramente, a pesar de los problemas en el sector bancario, los mercados financieros en la eurozona continúan funcionando y los mercados de bonos del gobierno no muestran signos de fragmentación. El euro también se mantiene resistente y las acciones bancarias han recuperado algunas de las pérdidas de la semana pasada.
El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, dijo recientemente en una entrevista que una vez que el BCE deje de crecer, tendrá que resistir los llamados a recortar las tasas, ya que esto permitiría que la inflación se dispare nuevamente. "Si queremos controlar la inflación, tendremos que ser aún más tercos", dijo.
En cuanto al mercado de divisas, los alcistas del euro todavía tienen todas las posibilidades de renovar los máximos de marzo, pero para ello necesitan mantener la cotización por encima del nivel de soporte de 1,0870. Eso permitirá que el EUR/USD suba más allá de 1,0930 y se dirija hacia 1,0965 y 1,1000. En caso de caída, el par caerá por debajo de 1,0880 y luego irá a 1,0840 o 1,0800.
En GBP/USD, los alcistas están listos para seguir asaltando los máximos mensuales, pero deben mantener la cotización por encima de 1,2280 y superar los 1,2330. Eso empujará al par a 1,2390 y 1,2450. Si los bajistas toman el control de 1,2280, es posible que se deslice hacia 1,2220 y 1,2180.
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